Aral la chiquitina de mirada tierna.
Aral tiene los colores del desierto y la fortaleza de sus habitantes. Aral fué encontrada en donde no habia nada, solo soledad y vacío, como en el desierto. Aral se estaba secando, deshidratando como el mar de su nombre, hasta que la descubrimos, hasta que la pudimos salvar, hasta que de un coche oxidado y abandonado emergió esta florecilla del desierto.
Y en medio de la nada, donde nadie espera encontrar mas que quietud y ausencia, ahí estaba Aral la peque. Llenando el espacio con su preciosa presencia, llenando el silencio con su llamada de socorro, sabiendo que la vida se le iba por momentos. Aral sacó fuerza de flaqueza y nos hizo ir. Aral estaba encerrada en un coche olvidado y tuvieron que sacarla los bomberos cortando la estructura retorcida del amasijo de hierros. Y entre susto y alivio, Aral se supo salvada.
En su acogida se ha puesto así de guapa enseguida, con un pelo que encierra todas las tonaildades de la arena. Con una mirada curiosa y prudente que transmite candidez e inocencia, con una vitalidad desbordante que hace de esta sociable y simpática peque una criatura adorable.
Y es que a pesar de lo peque y joven que es, Aral tiene ya un montón de cosas que enseñarnos. Y nosotros aprendemos de ella. Ven a conocerla y llévate una clase magistral de alegria y celebración de la vida, eso hace Aral. ¿Cómo no querer compartir tu vida con ella?
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