Aquí tenemos a Trasgo, el duendecillo travieso.
Trasgo se apareció como aparece un duende en el bosque, salió de pronto su cabeza entre unas plantas y de igual manera desapareció. La diferencia es que estas plantas eran de un parterre urbano. Y entre esas plantas escondido y asustado estaba este guapete, que no intentó huir ni resistirse a ser cogido por la voluntaria que lo vió. No sabemos cuantos días llevaría allí paralizado por el miedo, sin saber qué hacer o dónde ir.
Animales nacidos en cautividad, en un hogar, no pueden desenvolverse en una ciudad, y eso le pasaba a Trasgo, su instinto le decia que estuviera quieto y se mantuviera a salvo, y acertó porque eso le salvó la vida.
Ya a salvo, sin hambre y sintiendose seguro, Trasgo nos ha mostrado que es una criatura dulce y tranquila, curioso, manso y prudente. Guapo, listo y bueno ... podrías tener mejor compañero en casa?
Conócelo y adóptalo, te preguntarás porqué no apareció antes en tu vida esta maravilla de criatura.
Esterilizado, desparasitado, vacunado, chipado y con cartilla sanitaria.