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Esta lindisima jovencita es Fiona, la adolescente.
Unos vecinos empezaron a verla un dia, apareció de la nada y perseguia a cualquiera que le hiciera caso y le ofreciera algo de comer. Si mostrabas interés por ella, se te acercaba ronroneando y muy confiada. Y es que esta jovencita habia sido abandonada en las puertas del invierno, sin esterilizar, dejada en las peores de las condiciones de vulnerabilidad, ella seguía esperando en vano ver aparecer a la que creía que era su familia. Así de inocente y cándida es Fiona.
Y así llegó a nosotros, nos necesitaba y no le fallamos. La acogimos y desde el primer momento nos miró con su tierna expresión de haberse sabido en peligro serio y saberse ya protegida, con su dulce mirada de agradecimiento, con su inquieta mirada de intentar entender qué ha pasado. Fiona ya va asimilando que su verdadera familia está por llegar, que aquella gente solo eran humanos tristes que no la merecian.
Fiona es dulce e inocente, toda ella bondad y agradecimiento, pide cariño, necesita sentirse reconfortada, te devuelve ronroneos infinitos, confianza sin reparos y un festival de arrumacos. Y es que Fiona además de muy cariñosa, es alegre y juguetona, adaptable y social, muy comunicativa y toda una belleza!
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